El Bruxismo es el hábito que consiste en rechinar o apretar los dientes. Esto puede suceder por la noche de forma involuntaria mientras dormimos -que es lo más habitual- o también puede darse de manera voluntaria durante el día. Lo más frecuente es que suceda de manera involuntaria por las noches mientras dormimos.
¿Cuáles son las causas del bruxismo?
Son diferentes las causas que lo pueden originar:
- El estrés y la ansiedad pueden ser una desencadenante muy importante. Incapacidad para relajarse y falta de hábitos de sueño.
- La falta de una buena alineación en los dientes sin que exista una buena oclusión de los mismos.
¿Qué consecuencias puede desencadenar el bruxismo?
Las consecuencias las podemos ver en dos ámbitos o zonas:
- Por un lado, ese rechinamiento de los dientes nos va a provocar un desgaste de las piezas dentarias. A su vez, también puede producir hipersensibilidad en los dientes, debido a este desgaste. También se puede dar el caso de fracturas dentarias, maloclusiones y disminución de la DM.
- Por otro lado, los dientes pueden ejercer una presión excesiva en los músculos, los tejidos y las estructuras que rodean la mandíbula. Si esta situación se prolonga en el tiempo puede causar problemas en la articulación temporomandibular y en la musculatura de toda la zona. Incluso puede causar dolores de cabeza, dolor cervical, de oídos o hipertrofia de la musculatura
¿Podemos nosotros mismos saber si apretamos los dientes por la noche?
En muchos pacientes el bruxismo no presenta síntomas por lo que algunos desconocen que tienen esta enfermedad.
Pero normalmente el diágnostico se produce durante una revisión dental rutinaria donde los profesionales observamos ese desgaste en los dientes. A veces también lo detectamos cuando el paciente acude a la consulta con un dolor en la cara, en el cuello o la articulación.
En otras ocasiones el diagnóstico se produce porque alguna persona del entorno detecta que al dormir, la persona bruxista hace ruido al rechinar los dientes.
Para confirmar el diagnóstico es necesario realizar una entrevista clínica, una exploración y un estudio radiográfico.
Tratamiento del Bruxismo.
Los objetivos del tratamiento van a ser reducir el dolor si existe, la prevención del desgaste de las piezas dentales y los daños permanentes en la mandíbula.
Lo primero que tenemos que detectar es la causa, si lo que tenemos es un problema de maloclusión, tendremos que valorar el alinear los dientes mediante ortodoncia o mediante un tallado selectivo para quitar interferencias, con esto muchas veces el problema puede desaparecer.
Si no es así y no es problema de maloclusión, lo que utilizamos son unas férulas o placas de miorelajación que el paciente emplea mientras duerme y que previene por un lado el desgaste de los dientes y problemas en la articulación, ya que permite que los músculos faciales se relajen y alivia la tensión miofascial (que es causada por los músculos de la mandíbula por apretar los dientes y que puede conducir a dolor en la mandíbula, en dolores de cabeza y el dolor posterior del cuello y cervicales).
Cuando ya tenemos un problema en la articulación, ya sea en el mecanismo o en algún músculo, tenemos que trabajar junto con los fisioterapeutas.